Una de las características más importantes de la filosofía Montessori es la creencia en la capacidad natural de los niños para aprender y desarrollarse. Según Montessori, los niños tienen una “mente absorbente” que les permite aprender de manera muy efectiva a través de la observación y la experiencia práctica.

Por lo tanto, en lugar de enseñar conceptos abstractos a través de la lectura y la escritura, se fomenta el aprendizaje a través de la manipulación de materiales concretos y el trabajo práctico.

Otro aspecto importante de la filosofía Montessori es la importancia de la independencia y la autodeterminación de los niños. Se les da la oportunidad de tomar sus propias decisiones y explorar el mundo a su alrededor, lo que les permite aprender de manera más significativa y retener el conocimiento de manera más duradera.

Se fomenta la curiosidad y el pensamiento crítico, y se les permite a los niños trabajar a su propio ritmo y en su propio nivel.

Aunque a veces sea molesto para el adulto, un pensamiento crítico con el que no estamos de acuerdo es muy bueno para nuestros pequeños.

Además, la filosofía Montessori promueve la atención individualizada y la personalización del aprendizaje. Los maestros Montessori trabajan con cada niño de manera individualizada para adaptar el programa de aprendizaje a sus necesidades y habilidades únicas. También se fomenta el trabajo en grupo y se promueve la armonía y la paz en la comunidad educativa.

En resumen, la filosofía Montessori es un enfoque educativo que se centra en el aprendizaje práctico y la exploración, y que promueve la independencia y la autodeterminación de los niños, así como la atención individualizada y la personalización del aprendizaje. También fomenta la paz y la armonía en la comunidad educativa y promueve valores como la responsabilidad y el respeto por uno mismo y por los demás.